miércoles, 12 de julio de 2017

La Generalitat catalana, nada tiene previsto para el centenario del nacimiento de José María Gironella






   A pesar de que el escritor ampurdanés José María Gironella Pous, tiene ocho apellidos catalanes, es obviado por la Generalidat catalana, y por ahora no tiene previsto celebrar el centenario de su nacimiento.

 
 El prolífico escritor José María Gironella nació hace cien años en el pueblo de Darnius de la comarca del Ampurdán (Gerona) el 31 de diciembre de 1917.  Es autor de treinta y seis libros publicados, y es famoso por su trilogía sobre la guerra civil Los cipreses creen en Dios (1953) que ganaría el Premio Nacional de Literatura en 1955 (un bestseller que ha vendido doce millones de ejemplares), que se complementa con Un millón de muertos (1961), y Ha estallado la paz (1966). Anteriormente en 1946 ganó el Premio Nadal de novela con Un hombre. Años después  ganaría el Planeta con la novela Condenados a vivir en 1971.

   Expuesto y visto estos antecedentes literarios, propios de haber merecido un Premio Nobel de Literatura,  nos preguntamos por qué la Generalitat de Cataluña se olvida de hacer un congreso, un seminario o un curso de verano. Nuestras consideraciones son varias y la costumbre de encasilla a los escritores por su afinidad política; pues Gironella luchó al lado de los Nacionales, y por lo canto tachado de franquista, y por otro lado no escribía en catalán, sencillamente, como dijera él, el catalán era un idioma localista, y por lo tanto su obra no iba a tener la repercusión nacional e internacional que buscaba, y le  facilitaría all escribir en español o castellano.

   Es evidente que tanto los del JXSí, CUP y ERC, no lo consideran uno de los suyos. Es un franquista al que hay que olvidar, o cambiarle su hombre en sus calles.
    Una tercer razón del olvidado centenario de Gironella por Puigdemont, Oriol Junquera, o de Carme Forcadell, sea la de que están muy liados con esto de la consulta ilegal del referéndum de determinación del 1-O, y no tengan tiempo ni para rascarse mientras compran las urnas, preparando los colegios electorales y convences a los funcionarios de que no les pasará nada por no respetar las sentencias del Tribunal Constitucional, unido a la pasividad del Gobierno que prefiere actuar sobre hechos consumados, más que por provocaciones, porque después vienen los jueces de turno y anulan los procesos por falta de pruebas, porque para aplicar el apartado 5º del art. 472 del vigente Código Penal, se ha deDeclarar la independencia de una parte del territorio nacional” o para que el Congreso acepte aplicar el art 155 de la Constitución. Pero la situación sería diferente, si a los infractores, les aplicaran unas penas accesorias de embargo de bienes y congelación de las cuentas corrientes.

   Pero retornando a la biografía de José María Gironella, que es el tema principal del presente artículo, porque en estos tiempos en cuento hablamos de los separatistas catalanes se no va la olla. Como el primer libro de Gironella premiado en el Nadal, no tuvo éxito, apenas se vendieron 800 ejemplares, le hizo caso a Ortega y Gasset y en 1949 se fue con su mujer a París, a conocer mundo. El texto de Los cipreses creen en Dios lo escribió en Paris, y lo reescribió cinco veces durante cuatro años, porque no le gustaba cómo quedaba. El original se lo vendió a una editorial francesa. Estando un día en Madrid, conoció el editor José Manuel Lara, de Planeta y tuvo la idea de dejarle  la novela a la esposa de Lara, María Teresa Bosch, que era ampurdanesa como Gironella. "Aquella misma noche", según contaba Gironella, "la señora Lara empezó a leer el libro y hacia las tres de la madrugada despertó al editor para decirle que aquel libro les iba a salvar la editorial, que pasaba por momentos difíciles". La saga familiar de los Alvear era una historia que le podía pasar a cualquier español de aquella época. Para editarla en España tuvo que hablar con el censor llamado Florentino Pérez, que era del Opus Dei, pero consiguió pasar la censura. El propio Franco leyó la trilogía y llego a decir “Esto sí fue la guerra”.  Gironella había vivido la guerra porque cuando empezó en 1936 se marchó a Francia, y desde aquí pasó a San Sebastián donde se uniría al ejército Nacional.
  Conclusión, Gironella se quedará sin centenario, salvo que mucho cambien la política catalana.

                       Alicante, 13 de julio de 2017