viernes, 28 de julio de 2017

Urke Najálnik (nombre del escritor polaco judio Itzjok Farberovich)

Urke Najálnik se llamaba, en realidad, Itzjok Farberovich. Había nacido en 1897 en un pequeño poblado polaco, cerca de Lomye. En la casa de su padre, un comerciante de buena posición, recibió la educación judía tradicional. En 1910 fallece su madre. Pero cuando tenía 15 años (1912), robó en su propio hogar y huyó a la ciudad de Vilna. Allí, cada vez más, el mundo del hampa lo atrapa y debe cumplir condenas en diferentes cárceles de Polonia (Desde 1927, a los 30 años de edad, en la prisión de Ravich, cerca de la frontera alemana, por un intento de robo al Banco Nacional de Varsovia). La condena era a 8 años.

La cárcel
El edificio de la prisión constaba de dos cuerpos: uno para presos políticos y el otro para delincuentes comunes. Estos últimos podían escribir todo lo que se les antojara, y los primeros podían hablar a su gusto. De ese modo, el pintoresco director de la prisión, Pan Wrubel, se aseguraba su propia tranquilidad. Hasta que un día, un delator le hizo saber que el preso Urke Najálnik escribía día y noche, sin parar, lo que ya resultaba sospechoso.
Con Urke no se podía jugar. Era un mocetón alto y fuerte y sus puños infundían respeto. Pero el director tampoco podía dejar de investigarlo.
Urke accedió a entregar sus cuadernos por las buenas. Con gran sorpresa se pudo comprobar que contenían el manuscrito, en idioma polaco, de su primera novela, titulada “La moral domina el Mundo”. ¡Un delincuente opinando sobre moral! El director de la prisión no salía de su asombro. Corría el año 1933 y Urke debía permanecer en ese sitio 2 años más.
Entonces entran en acción 2 nuevos personajes: el prestigioso profesor Stanislaw Kowalski y el jefe mismo del gobierno polaco, el Mariscal Józef Pilsudski.

La amnistía
El profesor Kowalski se encontraba casualmente en Ravich, y a pedido del director de la cárcel leyó la novela. Más tarde recibió otra del mismo autor, que llenaba 10 cuadernos. Se titulaba “La vida de Urke Najálnik”.
Kowalski quedó asombrado por la riqueza de su lenguaje y por la descripción de los hechos: choques, persecuciones, redadas y, sobre todo, robos de toda especie. Entonces, por un lado, se puso en contacto con una importante casa editora; y por otro, le envió una carta al jefe del gobierno polaco, el Mariscal Pilsudski, en cuya legión había combatido por la independencia de Polonia. En la carta, el profesor Kowalski le pedía al Mariscal que amnistiara al preso, dado su extraordinario talento, con el que podría enriquecer la literatura polaca. Fue así como Urke Najálnik salió de la cárcel 2 años antes del término fijado.


En libertad
Esa mañana, Urke llevaba consigo una novela inconclusa: “Muertos en Vida”, acerca de sus años en la prisión. Y no sabía bien si salía en calidad de escritor o de ladrón. El director de la cárcel lo sacó de sus dudas. Al despedirlo, le hizo saber que una importante editorial publicaría su obra “Vida de Urke Najálnik”, y que en el correo local podía ya retirar un adelanto de sus honorarios; y le aconsejó que observara buena conducta.
A Urke le era difícil decidir adónde encaminaría sus pasos. Finalmente optó por Vilna, la ciudad a la que había huido después de robar en la casa paterna.
En esa ciudad se convirtió en un frecuente visitante de la “ Biblioteca Municipal”, donde guiado por Jaim Lunsky, el bibliotecario, leyó y estudió las principales obras de la literatura judía y universal.

Sus escritos ven la luz
Cuando las obras de Urke Najálnik aparecieron en las librerías, causaron gran impresión y fueron comentadas en diarios y revistas. Centenares de lectores aguardaban la aparición del cotidiano “Háint” (Hoy), de Varsovia, que publicaba los relatos por entregas. El nombre de Urke Najálnik estaba en boca de todos.
En Riga, la capital de Letonia, el primer libro publicado se tradujo al ruso y tuvo mucho éxito.
Mucha gente de prensa quiso entrevistar a Urke. Él le respondió sólo a un periodista y, en pocas palabras, le dijo que: “Un escritor no debía hablar, sino escribir”.
Urke vivía en una cabaña de madera, en las afueras de la ciudad, cerca del bosque. Allí completó su novela “Muertos en vida”, comenzada en prisión. La casa editorial la publicó de inmediato y cosechó grandes elogios. Nuevamente, la prensa destacó el hecho de que un ladrón se distinguiera por su talento literario. Pero sus colegas, los literatos judíos lituanos, no se ocupaban demasiado de él.

Vida nueva
De la vida de Urke Najálnik en Vilna, nos han llegado testimonios de sus colegas escritores, especialmente Shmerke Kacherguinski y Moishe Knaphais. En la taberna de Zélig “báal toive” se bebía, se cantaba, y reinaba más animación que en los círculos literarios. Zélig supo de las hazañas de Urke Najálnik y le propuso “trabajar” juntos. Pero Urke le dió a entender que había dejado el “rubro” y que ahora “ganaba bien escribiendo libros”. Y era cierto: periódicos en lengua ídish de todo el mundo comenzaban a publicar sus relatos. Pero los escritores judíos de Vilna seguían opinando que a sus obras les faltaba profundidad, que sólo servían para los periódicos...
Pasaba mucho tiempo en su casa, escribiendo. Durante el día visitaba la “Biblioteca Municipal”. Se sentía muy solo. Hasta que un amigo, Siomke Kahan, lo llevó a la Rampa Náutica del Club Macabi de Vilna, a orillas del río. Allí conoció a Lize, una enfermera nacida en el pueblo de Shnipechok que trabajaba en el Hospital de la Comunidad, y al cabo de un tiempo se casaron. La boda no satisfizo del todo a la familia de Lize, comerciantes de lino, que no alcanzaban a comprender eso del “ex delincuente que escribe libros”.

En Varsovia
Ya con un pequeño hijo, Dóvidl, deciden irse a vivir a Varsovia, que era el centro de la vida literaria. Se establecen en Otwotzk, un lugar de descanso cerca de la Capital.
Urke comienza a frecuentar la Unión de Escritores, donde es reconocido por sus colegas. Crece su popularidad, y decenas de miles de lectores “devoran” sus obras en los libros y en los periódicos.

La resistencia

Cuando los nazis entraron en Varsovia, Urke buscó por todos los medios organizar la resistencia. Él sabía escabullirse en el momento justo y eludir las guardias. Varias veces ingresó en la capital para entrevistarse con sus antiguos compañeros. Pero no consiguió que reaccionaran.
Urke se proponía reunir a los delincuentes de antaño en una especie de brigada que hostigara al enemigo. Y se encontró con que la hora no había sonado aún...
Entonces habló con los dirigentes comunitarios sobre la posibilidad de organizar grupos de jóvenes armados contra el invasor. Tampoco allí obtuvo respuesta. Decepcionado, volvió a Otwotzk decidido a actuar por sus propios medios.
Urke desaparecía por las noches, sin respetar el toque de queda. Al cabo de un tiempo le contó a Lize que, con dos bravos jóvenes del lugar, realizaba tareas de sabotaje, provocando el descarrilamiento de los vagones ferroviarios.
Pronto los sorprendió una patrulla. Urke Najálnik y sus dos compañeros fueron acribillados en las cercanías de la prisión de Otwotzk (1941). Cuando encadenado lo llevaban a fusilar, aprovechó un descuido de uno de los gendarmes para con las dos manos esposadas estamparle un durísimo golpe en la cara y romperle los dientes. Los tres fueron masacrados en el lugar.
Sobrevivientes de la Shoá afirmaron después, haber visto a Lize con su pequeño hijo en el Gueto de Varsovia. Nada se supo de su posterior destino.
Cabe destacar que Urke Najalnik no es el único escritor que comenzó su carrera literaria como delincuente y luego alcanzó popularidad en el mundo de las letras.
FrançoisVillon (1431 – 1463) fue ladrón. Los franceses lo condenaron a muerte y fue ahorcado. El pueblo francés lo recuerda y es considerado un clásico de la poesía de su país.
Jean Genet (1910 - 1986) pasó muchos años en la cárcel por actos delictivos y luego fue consagrado como un gran dramaturgo del siglo XX.
Creo que Urke Najálnik merece, especialmente tomando en cuenta su trágico final, ser recordado como un popular escritor judío, quien pudo vencer graves debilidades. Sea esta nota una flor sobre su desconocida tumba, al cumplirse 65 años de su trágica muerte.

jueves, 27 de julio de 2017

Leonardo Padura, escritor cubano. Gran Narrador.








Leonardo de la Caridad Padura Fuentes (La Habana, 1955) es un novelista y periodista cubano, conocido especialmente por sus novelas policiacas del detective Mario Conde.

Biografía

Nacido en Mantilla (uno de los diez Consejos Populares del barrio de Arroyo Naranjo, en el territorio de la provincia de La Habana), hizo sus estudios preuniversitarios en el de La Víbora, de donde es su esposa Lucía; naturalmente, estas zonas de La Habana, muy ligadas espiritualmente a Padura, se verán reflejadas más tarde en sus novelas. Padura estudió Literatura Latinoamericana en la Universidad de la Habana y comenzó su carrera como periodista en 1980 en la revista literaria El Caimán Barbudo; también escribía para el periódico Juventud Rebelde. Más tarde se dio a conocer como ensayista y escritor de guiones audiovisuales y novelista.

Obras

Novelas

  • Fiebre de caballos, Letras Cubanas, La Habana, 1988; Ed. Verbum, Madrid, 2013.
  • Pasado perfecto, EDUG, Dirección de Publicaciones, Universidad de Guadalajara, 1991 (serie Mario Conde)
  • Vientos de cuaresma, Ediciones Unión, La Habana, 1994 (serie Mario Conde)
  • Máscaras, Unión de Escritores y Artistas de Cuba; Tusquets, ambas ediciones en 1997 (serie Mario Conde)
  • Paisaje de otoño, Tusquets, 1998 (Serie Mario Conde)
  • Adiós Hemingway, Ediciones Unión, La Habana, 2001; en esta edición apareció junto a la noveleta La cola de la serpiente, de 1998.4​ Norma publicó Adiós Hemingway en 2003 y Tusquets, en 2006 (serie Mario Conde)
  • La novela de mi vida, Ediciones Unión, La Habana, 2002, novela histórico-detectivesca sobre el poeta cubano José María Heredia.
  • La cola de la serpiente, versión corregida; Tusquets, 2011 (serie Mario Conde)
  • Herejes, Tusquets, 2013 (serie Mario Conde)

Libros de cuentos

  • Según pasan los años, Letras Cubanas, La Habana, 1989 (82pp)
  • El cazador, Ediciones Unión, colección El Cuentero, La Habana, 1991 (12 pp). Este relato tiene como protagonista a un gay, que Padura presenta con simpatía a pesar de que en Cuba la homosexualidad fue estigmatizada oficialmente hasta finales de los años 705
  • La puerta de Alcalá y otras cacerías, cuentos, Olalla Ediciones, Madrid, 1998
  • El submarino amarillo, antología del cuento cubano entre 1966 y 1991, Ediciones Coyoacán: Coordinación de Difusión Cultural, Dirección de Literatura/UNAM, México, 1993
  • Nueve noches con Amada Luna, H Kliczkowski, Colección Mini Letras, Madrid 2006, 64 pp; ISBN 978-84-96592-50-6. Contiene 3 relatos:
    • Nueve noches con Amada Luna, escrito a principios de los años 90; Nada (principios de los 80) y La pared (1987)
  • Mirando al sol, Sarita Cartonera, Lima, 2009 (16pp)
  • Aquello estaba deseando ocurrir, antología de cuentos reunida por Tusquets Editores, Barcelona, 2015.

Otras obras

  • Con la espada y con la pluma: comentarios al Inca Garcilaso de la Vega, Letras Cubanas, La Habana, 1984 (266 pp)
  • Colón, Carpentier, la mano, el arpa y la sombra, Departamento de Actividades Culturales, Universidad de La Habana, 1987
  • Lo real maravilloso, creación y realidad, ensayo, Letras Cubanas, La Habana, 1989
  • Estrellas del béisbol. El alma en el terreno, entrevistas con algunas de las más grandes figuras del béisbol; en colaboración con Raúl Arce; Editora Abril, La Habana, 1989 (245 pp)
  • El viaje más largo, Ediciones Unión, La Habana, 1994 (Editorial Plaza Mayor, San Juan, 2002, con prólogo de Wilfredo Cancio Isla), reportajes aparecidos en Juventud Rebelde entre 1984 y 1990. El libro recrea y revive ambientes, tipos, leyendas, costumbres que conforman parte de la pequeña historia de Cuba, esa que corre paralela y a veces oculta la historia nacional. De sus páginas emergen fantasmas como Alberto Yarini, el rey de los proxenetas cubanos, y Chano Pozo, el tamborero mayor de todos los tiempos, y también otros temas como la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, y una historia del ron cubano
  • Un camino de medio siglo: Alejo Carpentier y la narrativa de lo real maravilloso, Letras Cubanas, La Habana, 1994 (Fondo de Cultura Económica, México, 2002)
  • Los rostros de la salsa, entrevistas, Ediciones Unión, La Habana, 1997
  • Modernidad, posmodernidad y novela policial, Ediciones Unión, La Habana, 2000. Contiene cinco ensayos:
    • La cenicienta de la novela; Los hijos de Marlowe y Maigret; El difícil arte de narrar: los cuentos de Raymond Chandler; Negro que te quiero negro: pasado y presente de la novela policial española; y Modernidad y posmodernidad: la novela policial en Iberoamérica
  • La cultura y la Revolución cubana, libro de entrevistas hecho por John M. Kirk y Padura; Editorial Plaza Mayor, San Juan, 2002
  • José María Heredia: la patria y la vida, Ediciones Unión, La Habana, 2003*Entre dos siglos, ensayo, IPS, La Habana, 2006
  • Yo quisiera ser Paul Auster. Ensayos Selectos, Editorial Verbum, Madrid, 2015 (Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015).

Guiones

Premios y reconocimientos

A escribir se aprende leyendo.

“Escribir bien ya no es una tarea pendiente” es el lema con el que se presentan las clases magistrales sobre Escritura eficaz para profesionales que ofrece la UNIR (Universidad Internacional de la Rioja). Impartidas por Miguel Janer, periodista, escritor, presentador de televisión y colaborador en la UNED, las sesiones son en línea y fundamentalmente prácticas. En nueve clases Janer explica el método que cada uno debe aplicar para aprender a escribir mejor. El Confidencial ha hablado con Janer, quien ha explicado cuáles son las claves para depurar nuestro estilo, ahondando en los objetivos y las prácticas de las clases que imparte.

El aprendizaje
Se trata, como cuenta Janer, de clases prácticas. Tras una sesión inicial de una hora, durante el resto del curso los alumnos aportan sus textos, sobre los que se trabaja con correcciones y apuntes. El curso se basa en un método que los alumnos adquieren durante las nueve sesiones. Son “claves muy fáciles de entender y aplicar por tu cuenta: eso es un método. Si una persona aprovecha esas nueve horas, en tres meses escribe bien”, afirma Janer. El curso ofrece, pues, las herramientas y enseña a utilizarlas, para que el alumno pueda ponerlas en práctica posteriormente.
Escribe claro para que te entiendan y corto para que te leanEl periodista recuerda que sus clases van dirigidas a profesionales, no se trata de aprender a escribir literatura. De hecho, los primeros cursos los dio en empresas. “Hay muchas personas que no se dan cuenta de que son escritores a tiempo parcial”, afirma Janer, y se refiere a una serie de profesiones —la docencia, la medicina, la ingeniería…— en que es necesario escribir o redactar informes, ensayos, ejercicios… En muchos de estos casos, para los profesionales supone un gran problema escribir con corrección, y es precisamente ese obstáculo el que Janer pretende derribar. Para ello, recuerda una máxima que él considera fundamental: “Escribe claro para que te entiendan y corto para que te lean”.

Las siete llaves de la escritura
El método de Janer consiste en siete llaves que el alumno debe ir aplicando sobre tu texto, reescribiéndolo para dar con el idóneo resultado final. ¿Cuáles son las siete llaves que aconseja seguir el periodista para mejorar en nuestra redacción? En palabras del autor del método, son las siguientes:
1. Hacer una lectura del texto en clave de comunicación: a quién va dirigido, qué busca el receptor, cuánto tiempo le va a dedicar, etc.
2. Revisar la estructura: ¿se trata de una descripción, una argumentación, una enumeración…?
3. Corregir la sintaxis, estructurando las frases de manera coherente.
4. Hacer hincapié en los verbos. Janer se sorprende de lo mal que se utilizan los verbos en español, y aconseja revisarlos detenidamente.
5. Regla de Ockham: si puedes decir una cosa con dos palabras, no la digas con cuatro.
6. Revisar la precisión de vocabulario: tecnicismos, sinónimos, conectores, etc.
7. Estilo personal: habría que revisar, finalmente, el propio estilo en el texto, para homogeneizarlo.
¿Se puede aprender a escribir bien siguiendo estas siete claves, sin previos conocimientos, por ejemplo, de gramática? Janer considera que sí. “Escribir forma parte de la capacidad genética del hombre para la comunicación. Escribir es previo a la gramática”, afirma, y pone como ejemplo que “uno puede portarse bien sin conocer las reglas morales”. Considera, además, que “la gramática a pelo no sirve para nada”, y que ese es uno de los principales problemas en España: se enseña gramática de modo teórico pero no se enseña a aplicarla en una redacción. Janer ensalza el modelo anglosajón, donde primero se aprende a escribir y luego viene la gramática.

Forma y contenido
Janer da por supuesto que la forma y el contenido son cosas distintas: forma es el lenguaje y el contenido es lo que queremos comunicar. En base a este presupuesto, el periodista cree que el objetivo a alcanzar es que el lenguaje sea invisible, en pos de que el contenido brille y se entienda. Hay que ser claro, conciso, directo.
'No hay que centrarse en el lenguaje'“La primera función del lenguaje es comunicar; el lenguaje comunica cuando transmite los contenidos”, afirma, concluyendo tajante que “en el mundo profesional el lenguaje no importa, lo que importa son los contenidos”.Así, el ideal sería la búsqueda de un “estilo neutro profesional comunicativo”. “En el 90% de nuestra vida cotidiana el lenguaje es neutro”, dice Janer, que considera que “no hay que centrarse en el lenguaje”. Se trata de un estilo basal, primero.
España es un país donde no hay grandes narradores, no se escribe bien de base”, dice el periodista, que cree que “si no hay un estilo básico, el estilo narrativo-poético no llega. Yo enseño la base con las siete llaves, la literatura es la fase siguiente”.

Escritura profesional y literatura
Para llegar a escribir con éxito en el mundo profesional la literatura no es de gran ayuda, considera Janer. “Para escribir bien hay que leer. Sin embargo, el que lea y no aplique un método seguirá escribiendo mal. Hay gente que lee mucho y escribe mal” dice el periodista, para quien es falaz la creencia popular de que si lees mucho escribirás bien.
'El español cuando escribe bien escribe muy barroco'Además, Janer apunta que hay que leer autores buenos. “Leer mucha traducción del inglés no sirve de nada, las traducciones están mal hechas”, afirma, y prosigue diciendo que “la mayoría de la literatura que se consume es de acción y no te fijas en el estilo, sino en la trama. Si te fijas en el contenido no te fijas en el continente”, concluye el periodista, subrayando de nuevo la idea de que forma y contenido son cosas diferentes.
Además, Janer opina que “el español cuando escribe bien escribe muy barroco”, y cree que no hay grandes narradores en español que puedan ser un referente a la hora de alcanzar ese estilo neutro del que él habla. Sí sirven, sin embargo, británicos como Graham Greene o, en español aunque cubano, Leonardo Padura (Herejes), autor que Janer considera la quintaesencia de la escritura. Menciona que hay escritores, como Pérez Reverte, que en su faceta de articulistas escriben muy bien.

La escritura y el mundo empresarial
No es Miguel Janer el único que se ha preocupado de dar consejos para escribir mejor a nivel profesional, lo que sin duda indica que es un problema muy extendido. David Ogilvy, icónico hombre de negocios británicos y uno de los nombres más conocidos en el mundo publicitario, envió en septiembre de 1982 una carta a todos los empleados de su agencia titulada “Cómo escribir”. Según consideraba el afamado publicista, cuanto mejor escribes más lejos llegas en Ogilvy & Mather. Además, la gente que piensa bien, escribe bien. Por el contrario, la gente de mente confusa escribe notas confusas, cartas confusas y discursos confusos.
Según opinaba Ogilvy, escribir bien no es un don natural, es algo que debe aprenderse. Sus diez consejos principales aparecen, entre otras muchas cosas, en el libro The Unpublished David Ogilvy: A Selection of His Writings from the Files of His Partners (The Ogilvy Group, 1986). Aquí van:

1. Lee el libro sobre escritura de Roman y Raphaelson. Léelo tres veces.
2. Escribe como hablas. Naturalmente.
3. Usa palabras cortas, frases cortas y párrafos cortos.
4. No uses lenguaje especializado. Son marcas de un tonto pretencioso.
5. Nunca escribas más de dos páginas sobre nada.
6. Revisa las citas.
7. Nunca envíes una carta o una nota el día que la escribes. Léela en voz alta a la mañana siguiente y, entonces, edítala.
8. Si es algo importante, dásela a un compañero para que la mejore.
9. Antes de enviar tu carta o tu informe, asegúrate de que está claro como el agua lo que debe hacer el destinatario.
10. Si quieres ACCIÓN, no escribas. Ve y dile al tipo lo que quieres que haga.

Yo también estoy enamorado de la Osa Mayor de Sergiusz Piasecki


Según algunas versiones, Sergiusz Piasecki nació en 1899, y según otras en 1901, en Lachowicze, Lituania, por entonces parte del imperio ruso (hoy en Bielorrusia) de madre bielorrusa y padre polaco. Con dieciséis años luchó en la división lituano-bielorrusa del ejército polaco contra el naciente poder soviético. Según unas fuentes cambió de bando y entre 1922 y 1926 trabajó para los servicios de inteligencia comunista pero otras lo niegan. Se sabe que después se dedicó al bandidaje y al contrabando. Fue detenido por las autoridades polacas y condenado a muerte pero la pena fue conmutada por quince años de reclusión. En la cárcel escribió “El enamorado de la Osa Mayor”.
Gracias a la infidencia de los carceleros el manuscrito llegó a manos del novelista polaco Melchor Wankowicz quien, entusiasmado, ayudó a publicar el libro en 1937. El efecto fue enorme y se organizó una campaña para conseguir la liberación de aquél bandolero que sin preparación literaria alguna había escrito una obra maestra. Tras la invasión alemana, Piasecki fue evacuado y su rastro se pierde hasta que al final de la guerra reapareció en Inglaterra, escribió un breve prólogo para “El enamorado… “, se publicaron otras obras suyas (“Memorias de un oficial del Ejército Rojo” y “Nadie se salva”) y volvió a desaparecer de nuevo. Al parecer, murió en 1964 pero la fecha y el lugar donde está enterrado no se conocen con seguridad.
“El enamorado de la Osa Mayor” es, desde luego, una “novela de acción”. Pero es mucho más que eso. Es una novela de frontera. Una frontera hecha de bosques, lagos, alambradas, valles y ciénagas; de expediciones de contrabando; de noche y neblina; de mujeres fuertes, tiroteos y delatores. Piasecki lo resume en un párrafo célebre: “Vivíamos a cuerpo de rey. Bebíamos como cosacos. Nos amaban mujeres de bandera. Gastábamos a espuertas. Pagábamos con oro, plata y dólares. Lo pagábamos todo: el vodka y la música. El amor lo pagábamos con amor, el odio con odio”.
Perdido en el camino de regreso, el contrabandista solo puede confiar en el revólver y en las estrellas, particularmente en las que forman la Osa Mayor a las que nombra como si fueran sus novias: Eva, Irene, Sofía, María, Helena, Lidia y Leonia. Los amigos desertan, son capturados, mueren; las amantes son reconfortantes pero efímeras; a Fela, el amor imposible, es necesario contemplarla en secreto.
Las coincidencias entre Piasecki y Conrad son evidentes. Como Conrad fue polaco en su juventud. Como él, vivió muchas de las tramas de sus propias novelas. Como él, se estableció en Inglaterra. Como en él, acción y libertad van unidas. “A menudo el placer de vivir me dejaba sin aliento. De vez en cuando los ojos se me empañaban sin que viniera a cuento… Se pronunciaban pocas palabras. Pero eran palabras de verdad que yo podía entender fácilmente  a sabiendas de que no eran juramentos ni palabras de honor y que por tanto podían darse por seguras”.
Pero el contrabandista de Piasecki carece de la dimensión épica y los referentes morales de los héroes de Conrad. El bien y el mal le son ajenos. Desafía a los soldados y despluma a sus propios camaradas. Muchas veces actúa sin medida. A menudo es demasiado frío e indiferente. Ha conocido la guerra y sus horrores. Sabe que con frecuencia los ideales son poco más que débiles coartadas para encubrir la ambición y la brutalidad. Y no espera nada. A lo sumo una noche más de vida bajo las estrellas.

martes, 25 de julio de 2017

Las bicicletas no son para el verano. Por Ramón Fernández Palmeral








JUGARSE LA VIDA EN BICICLETA





Cada día  leemos en la prensa la trágica noticia de la muerte de un ciclista o varios. Según la estadística de la Dirección General de Tráfico en 2016 hubo 67 ciclistas fallecisos y en lo que va de año más de 27, sin contar los heridos por siniestros. Lo cual es una cifra intolerable, se mire por donde se mire. Tragedias a las que hay que poner nombres y caras, y, sobre todo, una solución eficaz. Una gran mayoría eran deportistas, por ello, los días más peligrosos son fines de semana cuando estaban practicando su deporte (hoy día, el ciclismo es el deporte más peligroso del mundo).  Parece como si la sociedad asumiera estas muertes como algo irremediable, como un tributo a la sociedad de libre circulación en la que vivimos, o como si fueran las víctimas de un cáncer aceptado, inevitable  y con cierta resignación.
Las bicicletas están consideradas como juguetes y se vende en la tiendas de juguetes o en tiendas especialidad sin ningún requisito de edad, madurez o  seguros de responsabilidad civil (A veces, el responsable del accidente puede ser la bicicleta). Cuando vez a un ciclista cerca de un semáforo, ya sabes que se va a saltar. El código de Circulación no está para ellos. Los vecinos de la Plaza de la Viña, en la Florida, oímos con mucha frecuencia un hombre que pasa montado en su bicicleta, y a voces, va gritando: “Quien no quiera a la Viña que se muera”. Desconozco su salud o edad mental, ni me interesa saberlo.
Creo que la solución de los accidentes de bicicletas pasa por descongestionar las arterias de tráfico general de bicicletas en determinados días y horas. Lo que no puede ser es que salgas a hacer tu deporte o ir a trabajar y jugarte la vida como si fuera ir a un encierro toros. Otro asunto diferente son las competiciones deportivas reguladas, como este Tour de Francia de 2017 que se ha cobrado un par de docenas de heridos.
Estos días de verano, cuando tomo el coche para ir a la playa de Urbanova, casi siempre me encuentro con algún ciclista  o con un grupo de ciclistas (algunos en paralelo), a los que he de sortear como puedo, y de mala manera, sin poder yo respetar la separación de un metro y medio en el adelantamiento, bien porque la carretera es estrecha y no lo permite, o porque vienen vehículos en dirección contraria u otras bicicletas. Estos sustos me producen un estrés crónico. Las aglomeraciones de vehículos en verano, son del tal magnitud que ir en bicicleta por los carriles como el del Carabassí a Santa Pola, es un peligro cierto. Habrá que regular más que prohibir.
Yo me pregunto cómo es posible que las bicicletas (ciclos de dos ruedas)  puedan circulen libremente, compartiendo espacio con los vehículos a motor en carreteras interurbanas, otro asunto es circular en el casco urbano. . Es evidente y manifiesto que existe una desproporción diferencial de velocidades, masas e inercias en marcha entre vehículos y bicicletas, pues ástas van una velocidad anormalmente reducida porque son ciclos.  Y encima van de espalda, salvo que se pongan los ojos detrás en la misma nuca. No puede ser que por un despiste al mirar el salpicadero  te lleves a uno de estos mosquitos de dos ruedas por delante. Muerto por un despiste.  Otro asunto es la circulación de bicicletas por las vías urbanas, calles, plazas o avenidas, o incluso por los carriles bici, que yendo por las aceras, los peatones también se la juegan. Que los conductores hemos de tener más cuidado y respetar, por supuesto, pero no es suficiente.


CARRETERAS COMPARTIDAS
A un vecino mío le pregunté ¿cómo es que te juegas la vida cada domingo en la bicicleta?  Y él me respondió porque le gusta y  tenía todo el derecho del mundo a circular  como cualquier otro vehículo, a usar las carreteras. Me lo dijo como un derecho que tiene, por supuesto, como ciudadano que paga sus impuestos, es cierto. Por ello me pongo a investigar  y a razonar fríamente esta cuestión, y he llegado a la conclusión  que la epidemia de muertes de bicicletas será inevitable de seguir así, como hace un siglo, como si fueran daños colaterales, un tributo a la civilización rodada. La ley de Tráfico debe de cambiar radicalmente, aunque se priven derechos de circulación. O construir carreteras compartidas: calzada más carril bici, pues lo arcenes no son seguros. No se puede arriesgar la vida en una bici.  
Actualmente hay obras  en la N-340 (con grandes retenciones), entre San Gabriel y EUIPO (antigua OAMI), para hacer un carril bici y una acera peatonal, lo debemos aplaudir porque salvará vidas. Esto es un acierto para los ciclistas, y estas obras es lo que podíamos llamar una carretera compartida de doble carril: vehículos y bicis.  



RUTAS SEGURAS
La Dirección General de Tráfico (DGT), ha puesto en funcionamiento a nivel nacional una serie de medidas concretadas en un plan de actuación dedicado a este colectivo llamado “rutas seguras”, lo que es un inicio de concienciación. Tales medidas, entraron en vigor el 29 de julio actual, que contemplan: la señalización de la ruta ciclista y “calmado del tráfico”, la vigilancia en el cumplimiento de la separación mínima lateral o mayores controles preventivos de alcohol y otras drogas. Además, varios helicópteros incluirán en sus itinerarios de vigilancia las zonas implicadas. Para  Alicante se localizan los tramos de Fuentes de Algar-Coll de Rates (CV-715), El Campello-Relleu (CV-775) y la de A7-Maigmò-Agost (CV-827) entre el cruce A-7 y el CV-820.

LEYES DE TRÁFICO Y SEGURIDAD VIAL
Bien es cierto que la Ley de Tráfico y Seguridad Vial,  6/14 de 7 de abril de 2014, obligó a llevar cascos a los ciclistas, pero no es suficiente crear una ley que luego se incumple. Pienso que se debería  prohibir la circulación de bicicletas en determinadas carreteras y días.
En esta ley se dieron solo normas pero no soluciones eficaces.
Las nuevas normas son la de que, los ciclistas pueden circular por autovías (no autopistas) siempre y cuando la señalización no indique lo contrario pero además con algunas limitaciones: las bicicletas deberán portar elementos reflectantes al igual que los ciclistas, cuando circulen por vías en las que sea obligatorio el alumbrado para el resto de vehículos. Y otras normas como:
  • Los ciclistas, circularán por el arcén de la derecha; también podrán hacerlo los vehículos en seguimiento de ciclistas, a una velocidad por debajo de los límites mínimos marcados en cada vía [No todas las carreteras tienen arcenes].
  • Los ciclistas podrán superar la velocidad máxima de (40 km/h) en los tramos en los que las circunstancias de la vía aconsejen desarrollar una velocidad superior, pudiendo ocupar incluso la parte derecha de la calzada. [Cómo se mide y aplica esta  esta norma].
  • Podrán circular por los arcenes de autovías, excepto en caso de señalización de lo contrario.
  • Los ciclistas al circular en grupo serán considerados como un único vehículo. [Qué tipo de vehículo]
  • Si un conductor necesita adelantar a un ciclista o pelotón, se podrá ocupar parte o la totalidad del carril contrario, “incluso cuando esté prohibido el adelantamiento”, siempre que se pueda efectuar la maniobra sin peligro. [Además de dejarle metros y medio de espacio lateral].
  • Los vehículos que deseen adelantar a otro vehículo y se encuentren con un ciclista en sentido contrario, no deberán realizar la maniobra hasta haberse cruzado con el ciclista, aun cuando éste circule por el arcén contrario. [A los ciclistas en dirección contraria se debe dejar un espacio de seguridad no regulado].
  • Cascos a menores de 16 años en incluso en ciudad (multas de 200 euros).

Y yo le pregunto al Director de la DGT, si esta ley 6/2014 ha servicio para disminuir las muerte de ciclistas en carretera, o, por el contrario han aumentado.
 Cierto es que los ciclistas pueden circular por donde quieran (sin seguro de responsabilidad civil obligatorio), excepto por autopistas o donde se prohíban expresamente; pero piensos que ha llegado el momento -debido al incremento de vehículos a motor–, de restringir el tráfico en cierta carreteras y ciertos días a los ciclistas, o a los vehículos a motor, según convenga. Tal y como se cierra el casco urbano de Alicante para los ciclistas en determinados domingos. ¿Acaso no sería razonable, que en España con un clima excelente, habilitar tramos de carreteras SOLO PARA CICLISTAS los domingos y días de guardar, incluso para los equipos de ciclistas profesionales que deben entrenar con un vehículo detrás del grupo de entrenamiento, previa autorización de Tráfico Provincial. 
El Real Decreto 2822/1998, de 23 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento General de Vehículos,  establece en su artículo 22,  que las bicicletas no son vehículos, sino ciclos, y solamente dicen:
1. Los ciclos, para poder circular, deberán disponer de:
  • Un sistema adecuado de frenado que actúe sobre las ruedas delanteras y traseras.
  • Un timbre, prohibiéndose el empleo de otro aparato acústico distinto de aquél.
2. Además, para circular de noche, por tramos de vías señalizados con la señal de «túnel» o cuando existan condiciones meteorológicas o ambientales que disminuyan sensiblemente la visibilidad, los ciclos, exceptuando las bicicletas, deberán disponer de:
  • Luz de posición delantera y trasera.
  • Catadióptricos traseros y laterales no triangulares.
  • Catadióptricos en los pedales.
3. Los ciclos y ciclos de pedaleo asistido quedan exceptuados de obtener la autorización administrativa a la que se hace referencia en el apartado 1 del artículo 1.
4. Las bicicletas, para circular de noche, por tramos de vías señalizados con la señal de «túnel» o cuando existan condiciones meteorológicas o ambientales que disminuyan sensiblemente la visibilidad, deberán disponer de los siguientes dispositivos: Luz de posición delantera y trasera, catadióptrico trasero, y podrán disponer de: catadióptricos en los radios de las ruedas y en los pedales.
Nada dice la ley de la obligatoriedad de un seguro de responsabilidad civil o de accidente personal, aunque algunas compañías de seguros lo ofrecen por un módico precio.

CONCLUSIONES
La circulación de bicicletas ha de actualizarse a los tiempos del tráfico rodado cada día son más los vehículos de motor por las arterias de rodadura y son más potentes. Es como si el agua fuera corriendo por una acequia y, de pronto, que encuentra con una hoja seca flotando lentamente, ésta sería el ciclista.
¿Acaso no ha quedado obsoleta la vigencia del Reglamento General de Vehículo, que tiene ya 19 años, teniendo en cuanta que el tráfico actual ha aumentado considerablemente? No actualizar las leyes de Tráfico y Seguridad Vial para salvar eficazmente la vida de ciclistas me parece una negligencia; de lo contrario seguiremos viendo ciclistas muertos en los arcenes, bolardo, guardarrailes, entre ruedas y radios rotos, porque para ellos y por siempre se les acabó el Verano Azul. Otras  veces es el ciclista que colisiona contra un vehículo porque bajaba por una carretera a toda velocidad en lo que se conoce: “A tumba abierta”. No más tumbas, por favor, señor legislador y poderes públicos. Hay que separar la paja del grano, y quitar las hojas a las corrientes de agua, para no jugarse la vida en bicicletas.
Alicante, 29 de julio de 2017






Alciante, 25 de julio de 2017