lunes, 12 de junio de 2017

la función de los agentes literarios. Contactar con uno es tan imposible como contactar con un editor.

Tan importante se vuelve la función del agente literario en el contexto actual, que en los grandes mercados no hay escritores que no tengan agente. Los editores por lo general prefieren recibir un manuscrito de un agente que del autor, y así se lo hacen saber a quienes les escriben directamente.
 El agente les garantiza al edito que, si les ofrece una determinada obra, es porque ya sabe que es adecuada para su catálogo y su política editorial. En síntesis, el agente funciona como el primer comité de selección de la editorial, y a veces como el único. Cuando Doubleday, una de las más importantes editoriales de los Estados Unidos, decidió hace un par de años no aceptar más propuestas recibidas directamente de los escritores, estaba recibiendo más de 10.000 manuscritos anuales. Como consecuencia, hoy en la librería virtual Amazon, aparecen más de una docena de libros al estilo de "guía práctica para conseguir un agente literario y llegar a ser publicado". Desde el punto de vista del autor, es difícil pensar en llegar al editor adecuado en forma directa. Por ejemplo, en nuestro idioma y simplificando mucho, hay unas 500 editoriales activas entre España y América Latina ¿Cómo saber a cuáles enviar un manuscrito?

 Contar con un agente literario, por supuesto, facilita mucho las cosas, ya que ellos conocen muy bien cómo conseguir un trato (no en vano es su trabajo). Sin embargo, conseguir uno puede ser tan difícil como conseguir que una editorial nos publique por nuestra cuenta. Es decir, nos facilitará el camino, pero no todos nos aceptarán. Al trabajar por comisión, no van a perder el tiempo con propuestas que no merezcan la pena. Hay que pasar por su filtro, al igual que hay que pasar por el de las editoriales. (Nereda)