miércoles, 20 de abril de 2016

Promontorio e Isabel, los dos hijos bastardos de Miguel de Cerventes

Promontorio e Isabel, los hijos bastardos del escritor y novelistas, Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) permanecieron ocultos, inexistentes, invisibles al tiempo, a sus orígenes, repudiados por su auténtica familia. El primero, nace según algunas fuentes, en 1575 en Nápoles fruto del romance que mantiene el escritor con "una señora de Nápoles" En el capítulo octavo de "Viaje del Parnaso" describe a Promontorio, su supuesto hijo. Lo único que se sabe de él es que vive y que ejerce de soldado. A su madre, que adopta en el texto el nombre poético de Silena, se le ubica en Nápoles. Así lo describe su pluma: "Llegáse, en esto, a mí, disimulado/ un mi amigo, llamado Promontorio,/ mancebo en días, pero gran soldado/. Creció la admiración, viendo notorio/ y palpable que en Nápoles estaba/ espanto a los pasados acesorio/ Mi amigo tiernamente me abrazaba,/ y con tenerme entre sus brazos, dijo/ que del estar yo allí mucho dudaba./ Llamóme padre, y yo llaméle hijo/: quedó con esto la verdad en punto/ que aquí puede llamarse punto fijo/Díjome Promontorio: Yo barrunto,/ padre, que algún caso a vuestras canas/ las trae tan lejos, ya semidifunto.

La segunda Isabel de Saavedra nacida en Madrid  el 19 de noviemnbre 1584- 1652, reconocida como hija natural casi a los quince años de edad tras la muerte de su madre, se gesta en uno de los habituales encuentros que el escritor mantenía con su amante, la tabernera madrileña Ana Franca de Rojas, casada con el tratante asturiano Alonso Rodríguez.

 Dos personajes reales que sin duda superan a aquellos que se encuentran en las páginas de la ficción cervantina.