jueves, 17 de marzo de 2016

"Reseña histórica de la la villa de Frigiliana", por Ramón Fernández.. 11,74 €, y Ebook 1.99€



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 De Ramón Fernández Palmeral, es autor de la novela "El cazador del arco iris".

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Información
correo: ramon.palmeral@gmail.com

Frigiliana (Málaga) a 9 kilómetros de Nerja


 In

    Pues siendo un pueblo pequeño 40 km² (ó 3.997 hectáreas) con una población creciente de 3.273 habitantes en 2011 y residencia de otros tantos extranjeros. Frigiliana ha sido protagonista de grandes acontecimientos de la Historia de España, sufrió mucho en tiempos de moriscos, fue condal, dura posguerra con los guerrilleros o bandoleros (según se vea), emigración y represión franquista.  También quiero hacer referencia a su historia antigua, fue tierra indígena de los Tartessos que habitaron en el Peñón de El Fuerte, fenicia, romana, visigoda, árabe, judía y morisca, que sufrió la invasión de los Reyes Católicos. Último bastión de rebelión  resistencia morisca en la península y condado. Aquí celebran la fiesta anual de las Tres Culturas: cristiana, árabe y judía.  Fue condado y por ello en el árbol genealógico de la nobleza aparece el nombre con mucha frecuencia.

 Reseña del libro

Frigiliana es uno de los pueblos con más historia de la provincia de Málaga. Célebre y destacada es la batalla del Peñón de Frigiliana (El Fuerte) en 1569. Pero su historia se remonta a tiempos prehistóricos, fenicios, griego, romano, árabes y repobladores de cristianos viejos castellanos. Su barrio mudéjar y morisco es una joya de la arquitectura urbana que se conserva actualmente como hace 500 años. Su característica principal es el carácter abierto y hospitalario de los “aguanosos”, gentilicio por el que se conocer a sus habitantes, donde además hay más de 1.400 residentes comunitarios y europeos. Esta reseña histórica de la villa de Frigiliana es un reconocimiento al condado que lo fue desde 1630 y el reconocimiento de Villa desde 1640. Era necesario hacer un estudio global general que ha realizado con acierto el estudioso Ramón Fernández “Palmeral”.






   ÍNDICE

       Introducción………………………………….……..5

  1).- Situación geográfica
     ¿Dónde estamos?........................................................7

 2).- El nombre de Frigiliana
    -Escudos del municipio y títulos nobiliarios………....11
     -Blasón de armas del condado de Frigiliana…………..13
     -Escudo de los Saldueña y Montellano de………...14
     -Concesión del título de Villa…………………………16
     -Cuatro galardones y premios de embellecimiento……17

 3).- Los orígenes de Frigiliana y su historia
       -Prehistoria…………………………………………….18
     -Los fenicios en el término de Frigiliana……………19
     -Los griegos en la costa malacitana………………….21
     -Época romana………………………………………..22

 4).-Edad Media o medievo
     -Frigiliana la Vieja. Peñón Fuerte. Otros pueblos…..23
     -Los árabes……………………………………………26

 5).-Edad Moderna
      -La invasión de los Reyes Católicos 1485…………..
      -La Cabalgada de Frigiliana…………………………30
      -La represiva pragmática de Felipe II……………….33
      -La batalla del Peñón de Frigiliana o de El Fuerte…36
      -La rebelión justificado de los moriscos……………36
       - La toma del Peñón de Frigiliana la Vieja……………38

   6).-Reseña de la nobleza de Frigiliana
        -Los Señores de Frigiliana……………………………47
        -I Conde de Frigiliana…………………………………47
        -II Conde de Frigiliana………………………………..51
        -III Conde de Frigiliana……………………………….62
        -IV Condesa de Frigiliana……………………………..63

  7).-Edad Contemporánea……………………………55
       -La guerra de Independencia…………………….55
       -La epidemia de la filoxera……………………....57
       -El terremoto de 1844……………………………58
       -La Casa-Cuartel de la Guardia Civil……………59
       -República, Guerra Civil y los Maquis…………..61
       -La Agrupación Guerrillera Málaga-Granada……61
        - Sucesos del cortijo de los Almendros y los Caños..65  
      - El crimen de la Lomas de las Vascas……………66


8).-Monumentos
   1.- El Ayuntamiento o Casa Consistorial…………...68
   2.- Iglesia de San Antonio de Padua…………………68
   3.- El palacio o casa solariega de los condes…………70
   4.-Museo Arqueológico………………………………72
   5.-La Calle Real……………………………………….74
   6.-La Fuente Vieja……………………………………74
   7.-Las ermitas o capillas…………………….………..75
   8.-Casa del Apeo (Casa de Cultura)……….…………76
   9.-El Torreón…………………………….……………77
  10.-Reales Positos…………………………….……….78
  11.-Ruinas del castillo de Lízar……………….………79
  12.-los doce mosaicos o cuadros cerámicos…………..80

9).- Los oficios tradicionales…………………………..82

10).-Fiestas tradiciones y gastronomía
    1.-Fiesta del Patrón San Sebastián…………………84
    2.-Semana Santa…………………………………….84
    3.-Carnaval……………………………….………….86
    4.-Cruce de Mayo……………………………………86
    5.-Feria y romería de San Antonio de Padua….……87
    6.-Tradicional día de Todos los Santos……………..89
    7.-Festival de las Tres Culturas……………………..89
    8.-Bares t tabernas antiguas………………….……..90
    9.-Cualidades de los “aguanosos”…………………..92
  10.-Gastronomía tradicional………………………….93
  11.- Misa romera en Cortijo del Pino………………..94
        Bibliografía consultada…………………………..99


    Tuvieron un castillo coronando la alquería construido en el siglo IX, posiblemente sobre algún castro romano que queda por demostrar,  hoy invisible en las tinieblas de la historia, desmontado piedra a piedra como represalias por los Reyes Católicos, que mandó demoler el castillo de Lízar, para que nunca jamás pudiera ser lugar de refugio de moriscos y monfíes rebeldes en lo que fue la batalla del Peñón de “Frexiliana”. Este castillo o alcazaba muy bien pudo haber sino construido sobre un castro o fortificación militar  prerrománico (hacer falta realizar prospecciones arqueológicas en la zona), ubicado es este cerro por su emplazamiento con dominio visual, buenas condiciones defensivas naturales y agua en las proximidades. No existen textos documentales sobre el origen del topónimo, todo hace pensar se  trata por el sufijo -ana- de tierras que pertenecieron a algún señor de nombre desconocido. Otros autores especulan sobre un origen romano, que ya veremos más adelante.
    Tierras que fueron de dominio árabe durante ocho siglo, y que tras la conquista o mejor dicho la invasión de los Reyes Católicos en 1485, dos años antes de rendir Vélez-Málaga. Estas tierras las compró el judío Maimón Levy, y  tras la expulsión de los judíos pasó luego al señorío de los Manrique de Lara, que tras una explotación y abuso de los moriscos, éstos se sublevaron en la Axarquía y en Las Alpujarras hasta su total aniquilación en el Peón de Frigiliana en el verano de 1569. Luego fueron repobladas por cristianos viejos. Por eso en este pueblo en la última semana del mes de agosto se celebra una fiesta medieval:  La Fiesta de las Tres Culturas.
     Posteriormente vieron años de despoblamiento, nueva repoblación, guerra de independencia, reclutamientos para las guerras de Cuba y Filipinas, guerra de Marruecos, Dictadura de Primo de Rivera, II República, guerra civil y la posguerra en que le tocó sufrir la guerrilla antifranquista o también llamado el maquis o bandoleros hasta 1952. Unos desgraciados abandonados por el Partido Comunista y Santiago Carrillo, que tras la II Guerra Mundial, los aliados no pensaban derrocar a Francio, ni tampoco le comunicaron que Stalin decido disolver al Guerrilla en 1948, por ello el dirigente comunista hoy tertuliano en la cadena Ser, podía haber ahorrado mucho dolor  Ha tenido fama por sus pasas, sus vino, su aceite, su agricultura en bancales, caña de azúcar, y pasa por ser el único lugar de Europa donde todavía se fábrica la famosa miel de caña. Ha recibido el impacto del “boom” turístico que ha transformado su periferia, aunque ha sabido conservar su casco antiguo morisco. La construcción, hoy parada por la crisis del ladrillo, ha sido el principal sustento económico de los frigilianenses o aguanosos -como también les llaman- en las últimas décadas. Y sobre todo por la peonadas que daban en Nerja.
    Mi recuerdos de Frigiliana se remontan a los años cincuenta y sesenta, una Frigiliana que olía mal a cagajones de bestias por las calles, cuadras (que eran los cuartos de aseo) y marranos de corraletas como el mejor amigo. Que sonaba a acequias de aguas y a pisadas de bestias a las cuatro de la mañana. Aquí llamaos bestias a las acémilas burros, mulos y caballos, aunque también hay algunas bestias humanas. Cuando por los "chumajumos" salía el humo dormido de las mañanas y unos con otros se unían en torres etéreas blandas y tranquilas de los amaneceres azul cobalto donde el mar se une que el cielo. Recuerdo la lumbre violeta de los sarmientos y algunas cepas en el cortijo del Mayarín al amanecer para preparar los maimones con uvas moscatel o vidueña de parra  (aceite frito con ajos, aguas y pan duro del día anterior, sal), y para los críos más pequeños tazones de cerámica blanca con leche de cabra y pan migado con azúcar morena de "cañadú".  Y el tío Antonio salía al alba a vinar las tierras como un ejercicio ancestral de flexionar la columna vertebral sin dolor ni lumbago. En septiembre la vida era muy dura, hasta los críos sacábamos las uvas en canastos de mimbre en la cabeza desde la viña a los paseros. Me daba mucho miedo pasar por la vereda del pocillo porque con el canasto en la cabeza no podía mirar para abajo, solo de frente. Las abarcas de goma se me resbalaban por el sudor y la rotura fortuita de algunas ampollas en las talones. Las gubias de esparto majado o esparteñas ninguna me venían al pie. Y los tortuosos inviernos de la cava de las viñas la poda de los sarmientos que luego en haces servirían para la lumbre.
    En las calles solitarias no veías a nadie, y las pocas mujeres, casi todas iban con pañuelos de luto, porque los lutos por los familiares eran de muchos años. La mujeres en casa por un lado y los hombres por otro como si permaneciera arraigada la costumbre de los moriscos. Todo el mundo te miraba asomado y temerosos desde las ventanas y puertas abiertas. Aun persistía la costumbre de esconder a los niños cuando llegaban visitas, no fuera les echaran mal de ojo o los fuera a secuestra para venderlos como esclavos como en tiempos de la rebelión. El último que se murió en la Acebuchal por los años 60, dijo antes de morir "por Alá" y se fue por la fuente de la Sirena. Había la costumbre de rezarle muchos rosarios a los muertos, para que salieran pronto del Purgatorio y subieran al cielo, porque de lo contrario daban mucha guerra por los campos y casas donde se solían aparecer sus espíritus en forma de fantasmas. A mi madre, de mozuela, se le estuvo apareciendo su abuelo Miguel, hasta que tuvo que bajar a Frigiliana y ponerle una vela a San Antonio y otra a la primera Virgen que encontró en un altar. Y por arte de magia con el aspecto del abuelo dejó de aparecérsele. Esto es tan verdad como que estoy escribiendo ahora con los bellos de los brazos levantados como erizos de mar y que me tengo que morir.
    Y si alguna mujer con velo negro siempre, siempre vestidas de luto, estaban por la calle es porque estaban encalando su portal y pintando en azul la cenefa bajera, o era para ir a misa. Mis primeros paso los di fue en casa de mi abuelo Emilio Fernández, el Simón que estaba en la subida de lo que es hoy calle Hernando el Darro, antes Fleming. De más niño recuerdo el ki ki ri kí... de los gallos que te despertaban a las 3 de la mañana y a las 4 ó 5 de empezaban a oírse los cascos de las bestias al golpear sobre el empedrado de la calles. No había agua corriente en las casas, había que ir a las fuentes públicas más próximas. En todas las casas estaban los botijos a la entrada de la casa en el alfeizar de alguna ventana sobre un plato. Recuerdo que todos ellos tenían en la boca una caperuza de gachillo, e incluso algunos los tenían en el pitorro. El caramelo que podías pillar en tiempo de cañas, era un canuto de “cañadú” que te daban “retorcío”, o una ragua (parte superior de las cañas), que disputabas en el pesebre a las bestias. La arropía no estaba al alcance de todos, había comprarla. No había médico, ni teléfono, ni farmacias. Diariamente subía por la tarde el coche de Mariano, un ómnibus para diez o 12 personas. Para en el Ingenio y todos los chiquillos acudían “prevelicados” (palabra autóctona del Frigiliana) a ver quién había llegado.
    Mis primeros amigos fueron mis primos los Vacas, el padre era quinquillero y se había casado con Carmen Fernández, una hermana de mi madre. Años después se fueron a vivir a Vélez-Málaga.  Y en el verano cuando iba al Mayarín y a la Acebuchal mi amigo de juegos eran mis primos y Aurelio El Obispo, hijo de Baldomero Torres, amigo íntimo de mi padre.
    Mi interés se va a centrar en contaros  mis recuerdos y la de otros vecinos según caminemos por sus calles, palacios, iglesias, ermitas, bares y casas de comidas, porque refrescarse hay que refrescarse. He huido de hacer un estudio cronológico, o por capítulos de la historia o temas, sino que me preferido narraros de una forma amena y distendida mi pueblo según la ruta que vaya tomando.
   También he tocado el tema de la guerrilla o gente de la sierra desde un punto objetivo sin entrar en valoraciones sobre la Memoria Histórica y los crímenes del franquismo, pues todo ello se debe estudiar en el contexto histórico de cada momento.
   La gente de Frigiliana es muy trabajadora, ingeniosa, ocurrente y tiene buenos golpes de humor, lo cual me llevará a recoger un anecdotario brillante, y también recordaremos algunos apodos o motes como el de los Matutero, que fue guarda de los condes de Frigiliana, el de los Simones, del más extendido, Colorín, Obispo, Botanas… La principal fuente de riqueza es el turismo y la construcción.
   Son muchas las historias insólitas que se dan cita en Frigiliana, desde aquella de la casa sin pintar, que nos muestra el amor más eterno, hasta la aventura de Francisco Pinto a lomos de un barco a punto de naufragar en 1643, y que fue salvado por la divinidad, quedando como recuerdo el santuario del Monte Pinto donde está la Cruz de Pinto. Historia de muertos que se aparecen en la casa donde vivieron. Aquí se vive y se recuerda siempre a los muertos, y se cree en los fantasmas y en las pariciones.