jueves, 18 de abril de 2013

SEMANA SANTA ALICANTINA

                                                 SEMANA SANTA ALICANTINA
 
   
   8.-  La Semana Santa

     Marzo o abril con cáliz de misericordia a mi boca sedienta de paz y sosiego llega la Semana Santa piadosa y alicantina, con un cirio de flores ardiendo y yo descalzo arrastraré mi túnica morada con la pesada cruz y  la penitencia  de la resaca de la fe, el vicio en el alma de los largos años de mortal eterno, cansado de pecar, de escuchar mentiras y palabras necias, odiando a muerte las siglas de los partidos políticos o tránsfugas de urbanizaciones en la arena. Pero yo, silencioso y sudoroso, bajo con mi cirio en llama viva por las crestas del barrio de Santo Cruz.
       Me dice mi viejo amigo de biblioteca Algazel que el primer dato escrito sobre Hermandades y Cofradías alicantinas se remontan a primeros del siglo XVII, y que imagineros de misteriosas y hábiles manos con la gubia afilada en la piedra de agua, esculpieron, por encargo del cielo, figuras de cuerpos semidesnudos y lacerados a la imagen de la Pasión de Cristo, Dolorosas, Sepulcros y Cenas.  Esos imagineros debieron ser impostores ángeles ebanistas más que tallistas de la dulce madera de ciprés (no le ataca la calcoma).  Magos del escoplo y de la gubia como Nicolás Bussy o Salzillo autor del Cristo del Hallazgo, Lastrucci autor de la Virgen de Santa Rendición o un anónimo crucificado.
       No debemos buscar en estos días el folklore o la competitividad entre Hermandades, ni la playa con olor a incienso, ni que se parezca  a la cabalgata de Reyes o un desfile de Moroso y Cristianos, no, esto no son días de asueto, sino días para el aseo del espíritu, vivamos una Semana Santa en el máximo grado de fervor religioso. Cada punto tiene su lugar exacto en un círculo, un lugar inamovible, equidistante; ya nos llegarán las Hogueras con sus fuegos y su truenos, o la Pascua de Navidad, o la Peregrina con romeriía, caña y nuestra ramita de romero.
       Siento cómo mi río interior se hace grande por el ruido de su alegría, a la gula la llevo a raya en la Cuaresma, penitencia sin flagelos hipócritas, oposiciones más que exámenes de conciencia me revelan que soy un pecador incorregible, en mí alma anidan los anhelos de todos los pecados capitales. Seamos sinceros con nosotros mismos y respetemos la tradición de esta santa semana a la que tanto quisieron y respetaron nuestros padres y abuelos.
      La procesión que más atractivo tiene es la  Hermandad de la Santa Cruz: constituida en 1945, realiza su estación de penitencia con cuatro tronos: el Cautivo, la Dolorosa y el Descendimiento de la Cruz, todas obras de Antonio Castillo Lastrucci, y el Cristo de la Fe, conocido como El Gitano, que fue realizado por Luis Ortega Bru.

De mi libro "Robinsón por Alicante"  de Ramón Fernandez Palmeral.

Que según mi amigo Algazel, al que no hay que hacer mucho caso, por la unión de la amistas, "Es el libro más maravilloso que se ha escrito sobre Alicante en los últimos años".